Cada año la Iglesia Católica, propone la celebración del tiempo de adviento, este, es un tiempo hermoso que se nos concede como cristianos para preparar nuestro espíritu de manera personal y también en comunidad, para recibir al niño Jesús que nace pobre y humilde en una sencilla pesebrera, nace rodeado por los animales de aquel lugar, testigos silenciosos de la llegada del niño Dios al mundo. Es en esa humilde y bendita pesebrera, donde la sagrada familia, en aquella hermosa noche nos trae al salvador del mundo.

 “… Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.  Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Lucas 2, 6–7)

El tiempo de adviento, es una hermosa oportunidad para reconocer nuestra debilidad, nuestra fragilidad humana, nuestra necesidad de amor, de paz, de santidad y de unidad que tanto anhelamos.

El adviento es una invitación a prepararnos para recibir al niño Jesús que llega al mundo a darnos una luz de esperanza, de bondad y nos da a conocer el amor de Dios.

 El adviento es un tiempo de preparación espiritual, para mirar con los ojos de la fe a nuestra sociedad tan centrada en las cosas materiales, preocupada más del “tener” que del “ser”.

El adviento es una hermosa oportunidad para contemplar como Dios irrumpe en nuestra historia, derramando su gracia sobre todos las personas del mundo, sin importar su credo, su condición social, sin importar su situación económica, sin importar el grado de cercanía con la fe... porque el niño Jesús es la mayor muestra del amor de Dios al mundo y esa noche buena es la noche de la bondad y del amor que se derrama sobre toda la humanidad.

El adviento es la puerta de entrada a la gran celebración de nuestra fe, la Navidad.

Durante este hermoso tiempo de Adviento, los y las invito como comunidad lasallista a preparar sus corazones para recibir con fe, alegría y bondad el nacimiento del niño Dios.

Como Lasallistas preparemos nuestros corazones haciendo vida los valores de la Fe, Fraternidad y Servicio.

Que el Señor nos ayude a fortalecer nuestra Fe, que esta sea una actitud de vida, donde lo que me mueve es la convicción de que aquello que quiero pedirle al Señor…, se hace realidad en mí. 

"Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad.»"  Mc. 5,34.

Que en cada acción de nuestro día, en nuestras relaciones con los otros, demos testimonio de la Fraternidad, porque lo más hermoso de la vida es poder ayudar aquellos que lo necesitan sin esperar nada a cambio. Que el Señor bendiga nuestra bondad, nuestras buenas relaciones humanas, caracterizadas por la comprensión y el amor.

Que durante este tiempo de Adviento podamos vivir el Servicio. El Servicio como un gesto de bondad con mi prójimo, como una forma de manifestar mi amor y preocupación por el otro, como una forma de reconocer que el otro con quien comparto mi vida es fundamental para mí y el desarrollo de mi felicidad.

"Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda”.

El Servicio Lasallista, se hace realidad, hoy, más que nunca, sobre todo en estos tiempos difíciles de encierro, este acto se puede llevar a cabo con acciones concretas como:

  • Ayudando en los distintos quehaceres cotidianos en nuestra casa o departamento.
  • Colaborando con las tareas, dudas e inquietudes de nuestro hijos.
  • Dialogando, a pesar del exceso de trabajo online que pueda tener cada integrante de la familia.
  • Cuidándonos en este tiempo de pandemia con el cuidado personal para no dañar a otras personas ni tampoco algún miembro de nuestras familias.

Que Dios bendiga a cada uno de ustedes y sus familias durante este tiempo de Adviento, de preparación de la llegada del niño Jesús.

Que Dios fortalezca a las Familias Lasallista, que durante este tiempo están tristes, recordando la ausencia de aquellos integrantes que partieron al encuentro del Señor.

Que Dios bendiga y acompañe a nuestros niños y jóvenes, que con tanto esfuerzo han logrado finalizar este difícil año a través de las clases online.

Que Dios bendiga a toda la comunidad de Profesores, Asistentes de la Educación, Administrativos, que día a día dan lo mejor de sí, para que todos los estudiantes y sus familias reciban la educación de calidad que merecen, el acompañamiento constante en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes y sobre todo porque están siempre pendiente de las necesidades que tienen cada uno de sus cursos a los que prestan sus servicios educativos.

FELIZ NAVIDAD Y QUE DIOS BENDIGA A NUESTRA COMUNIDAD LASALLISTA.
“QUE VIVA JESÚS Y MARÍA EN NUESTROS CORAZONES… POR SIEMPRE!

PROFESOR GERARDO GONZÁLEZ GUTIÉRREZ
COORDINADOR DE PASTORAL

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“ADVIENTO… PREPAREMOS NUESTRO CORAZÓN PARA RECIBIR AL NIÑO JESÚS QUE VIENE AL MUNDO”